En entornos empresariales para la gestión de correos electrónicos Microsoft Outlook (que es un programa incluído en el paquete «Office«) es el rey indiscutible. En mi experiencia profesional he tenido que lidiar en muchas oficinas y me costaría acordarme de alguna en la que no se usase Outlook activamente.

Sí, ya... lo que quieras. Pero desde hace una semana trabajar con Outlook se ha vuelto una tortura para mi. Va lentísimo y me cuesta hacer cualquier cosa con él. Creo que este ordenador ya no da para más, así que voy a ir pensando en comprar otro y... 
Miniatura de Outlook

No te apresures con soluciones drásticas, Usuario Anónimo, porque al final seguirás teniendo el mismo problema. Eso que te está pasando lo he visto infinidad de veces y cada vez lo veo con más frecuencia, tanto en mi empresa como en muchas otras.

No voy a decir que Outlook sea un mal gestor de correo electrónico para un ordenador (para un móvil es otro cantar). Sin embargo me cuesta entender cómo un programa enfocado al 100% a entornos empresariales aún sigue teniendo este tipo de errores de concepto.

Y no te vayas a creer que el problema es el uso que le das a tu correo electrónico o que tu ordenador está anticuado. El problema es una simple restricción arbitraria de Microsoft que impide tener grandes volúmenes de correo almacenados. Veamos primero cuál es el problema de raíz para luego poder plantearnos soluciones.

1. El culpable: un archivo PST con obesidad mórbida.

El correo que recogemos y enviamos mediante Microsoft Outlook se almacena en nuestro ordenador en un archivo con extensión PST. Es en ese archivo dónde están todas las carpetas de nuestro correo como «Bandeja de entrada» o «Elementos enviados». También ese archivo se guardan otras cosas como las entradas en el calendario o la agenda de contactos.

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