Durante esta última semana ha salido en todos los noticieros españoles la campaña de cartas que ha enviado una productora cinematográfica (SheFighter) dirigidas a determinados usuarios de internet que supuestamente han compartido públicamente algunas películas (Dallas Buyers Club, Lady Bloodfight y Man on fire) y una serie (Ash vs. Evil Dead) a través de redes P2P, muy al estilo de lo que se lleva haciendo desde hace tiempo en Alemania dónde la descarga de contenido P2P está fuertemente vigilada.

Te estás metiendo en terreno espinoso. Si esas productoras son propietarias de esas películas y series supongo que es lícito buscar protegerlas e intentar luchar contra las personas que las descargan de forma irregular. 

Efectivamente Usuario Anónimo. Y pese a que te asombre te voy a dar la razón. Pero para mi el problema no es tanto el hecho de que la productora comience pleitos contra gente que comparte estos vídeos, sinó que para mi el problema son las formas (luego pasaremos a ver qué exigen en estas cartas) y la identificación de los usuarios (completamente errónea se mire por dónde se mire). De hecho esto último se está haciendo de forma tan irregular que cualquier entendido en redes informáticas te dirá que la identificación de esas personas es una absoluta aberración. Empecemos por el principio.

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