Si tienes en casa una Raspberry Pi encendida durante todo el día posiblemente te interese controlar si se calienta en exceso o no. El control de temperaturas es primordial cuando tenemos que controlar equipos que ejercen labores de servidor (Servidores web, de correo…) que implican estar encendidos sin apagar durante mucho tiempo. También puede ser interesante si tu equipo corre aplicaciones menos exigentes, pero que igualmente implican que el equipo esté encendido durante largos períodos de tiempo (por ejemplo, equipos que ejecutan pi-hole para quitar publicidad al resto de equipos de la red, o que tienen instalados algún tipo de programa de descargas como aMule o Transmission). Temperaturas demasiado elevadas pueden implicar que el equipo reduzca su rendimiento (cuando un procesador está demasiado caliente, automáticamente reduce su velocidad para evitar que se sobrecaliente), que se cuelgue (si la temperatura excede de un límite, el procesador se puede apagar para que no se estropee el equipo) o que tengamos comportamientos no esperados en nuestra máquina.

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