Una Raspberry Pi es un dispositivo muy barato pero que puede tener en tu hogar un montón de usos avanzados que van más allá de instalar un simple sistema operativo «de escritorio» o un reproductor de películas. Puede resultar muy útil usarla como bloqueador de publicidad para todos los dispositivos de la casa (sin tener que instalar nada en ellos), tener un aMule o un programa de descarga de «torrents» encendidos todo el día para descargar archivos sin tener que consumir la electricidad que gasta un ordenador de escritorio, tener un servidor de plex para retransmitir vídeos a tus dispositivos, usarla como servidor de VPN para acceder en remoto a tus dispositivos desde fuera de tu casa o para navegar de forma segura en redes wifis inseguras… Las posibilidades son casi infinitas. Pero todas ellas comienzan por la elección e instalación de un sistema operativo idóneo para aquello que vamos a hacer.

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